LA SOJA QUE MATA
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LA SOJA QUE MATA
El modelo económico que se profundizó a mediados de los años 90, cuando se libera el mercado de la soja transgénica, hizo crecer un sistema de agronegocios en el país. Este monocultivo del que hablan como “fanatizados” los grandes productores sostiene hoy un entramado de brutales desalojos de campesinos en el interior. ¿Qué hay detrás del gran cuento?
Según informa un economista investigador del CONICET, desde los años ´70 a esta parte se produce un intenso proceso de sojización en el país, basado en la preeminencia de la producción de soja en detrimento de otros productos agropecuarios.
Se trata de un modelo que adquiere un cariz muy especial a mediados de los ´90 cuando se libera al mercado la soja transgénica. A partir de entonces la Argentina se transforma en uno de los principales países del Tercer Mundo en el que se cultivan transgénicos.
La soja en nuestro país crece en forma espectacular en la actualidad más del 53% del territorio destinado a los granos se destina al mismo. Asimismo, el cultivo de la soja es en su casi totalidad transgénica, y más del 90% de su producción se exporta.
Dichos procesos operan en el marco de arreglos institucionales que facilitaron la consolidación de un sistema de agronegocios en el país. Se trata de un sistema que propicia el control por parte de grandes empresas transnacionales de sectores clave del sistema agroalimentario argentino: la provisión de semillas e insumos, la compra de tierras en algunas regiones, el control del procesamiento industrial (la industria alimenticia) y la comercialización de la producción, tanto para el mercado interno (super e hipermercados) como para la exportación.
El productor agropecuario que siempre reprodujo su propia semilla ahora se ve inducido a comprarla año tras año a las transnacionales. Pero no solo eso. Los campesinos del interior del país sufren cada día el ataque de “supuestos” dueños de territorios que ingresan en sus ranchos, los golpean, les matan los animales, con el objetivo de quedarse con sus tierras para plantar este monocultivo sin respetar siquiera los procesos naturales de siembra, lo que provoca el deterioro de la tierra.
En el norte santiagueño las persecuciones sistemáticas a los campesinos vienen siendo cada vez más feroces. La provincia de Santiago del Estero, poblada por mestizos de las culturas quichuas que viven en la zona del gran Chaco Americano, ha soportado desde mediados del siglo XIX la acción devastadora de las grandes empresas forestales de capitales europeos, que constituyeron grandes latifundios, donde los hacheros santiagueños eran los esclavos de estos verdaderos feudos medievales.
Cuando la explotación forestal dejó de ser un gran negocio, los empresarios abandonaron esta provincia, dejando a miles de familias sin trabajo, que se fueron afincando en las tierras abandonadas por los obrajes, transformándose así en campesinos agricultores. Allí hicieron sus ranchos, abrieron caminos, construyeron escuelas y trabajaron la tierra.
El derecho a la posesión veinteñal existe en la legislación argentina, pero los campesinos ocupantes de estas tierras no tienen los medios económicos necesarios para hacer valer este derecho y conseguir los títulos de propiedad.
La Mesa de Enlace que se reúne con el gobierno seguramente no tiene en cuenta estos asuntos. Numerosos empresarios agrarios, utilizan el glifosato para las fumigaciones. Se trata de un veneno plaguicida utilizado para las plantaciones de soja transgénica.
Maira Castillo vive en Quimilí, pleno monte santiagueño, y tuvo su primera intoxicación aguda a los 4 años. En el hospital local le diagnosticaron envenenamiento con agrotóxicos y la derivaron de urgencia al Garrahan, en Buenos Aires.
La vivienda familiar está rodeada de campos con soja, rociados periódicamente con glifosato. El químico le afectó la vista, la piel y el sistema respiratorio. Y no es el único caso.
Recuerdo que no hace mucho tuve la oportunidad de dialogar con un importante ruralista, quien ante esta información me planteó que “la gente debería correrse del lugar cuando arrojan el glifosato”. ¡Vaya respuesta la suya!.
Una realidad quizá desconocida para muchos, pero que sucede en el mismo país y en el mismo sistema económico que tiene a la soja como un “milagro divino”…
Según informa un economista investigador del CONICET, desde los años ´70 a esta parte se produce un intenso proceso de sojización en el país, basado en la preeminencia de la producción de soja en detrimento de otros productos agropecuarios.
Se trata de un modelo que adquiere un cariz muy especial a mediados de los ´90 cuando se libera al mercado la soja transgénica. A partir de entonces la Argentina se transforma en uno de los principales países del Tercer Mundo en el que se cultivan transgénicos.
La soja en nuestro país crece en forma espectacular en la actualidad más del 53% del territorio destinado a los granos se destina al mismo. Asimismo, el cultivo de la soja es en su casi totalidad transgénica, y más del 90% de su producción se exporta.
Dichos procesos operan en el marco de arreglos institucionales que facilitaron la consolidación de un sistema de agronegocios en el país. Se trata de un sistema que propicia el control por parte de grandes empresas transnacionales de sectores clave del sistema agroalimentario argentino: la provisión de semillas e insumos, la compra de tierras en algunas regiones, el control del procesamiento industrial (la industria alimenticia) y la comercialización de la producción, tanto para el mercado interno (super e hipermercados) como para la exportación.
El productor agropecuario que siempre reprodujo su propia semilla ahora se ve inducido a comprarla año tras año a las transnacionales. Pero no solo eso. Los campesinos del interior del país sufren cada día el ataque de “supuestos” dueños de territorios que ingresan en sus ranchos, los golpean, les matan los animales, con el objetivo de quedarse con sus tierras para plantar este monocultivo sin respetar siquiera los procesos naturales de siembra, lo que provoca el deterioro de la tierra.
En el norte santiagueño las persecuciones sistemáticas a los campesinos vienen siendo cada vez más feroces. La provincia de Santiago del Estero, poblada por mestizos de las culturas quichuas que viven en la zona del gran Chaco Americano, ha soportado desde mediados del siglo XIX la acción devastadora de las grandes empresas forestales de capitales europeos, que constituyeron grandes latifundios, donde los hacheros santiagueños eran los esclavos de estos verdaderos feudos medievales.
Cuando la explotación forestal dejó de ser un gran negocio, los empresarios abandonaron esta provincia, dejando a miles de familias sin trabajo, que se fueron afincando en las tierras abandonadas por los obrajes, transformándose así en campesinos agricultores. Allí hicieron sus ranchos, abrieron caminos, construyeron escuelas y trabajaron la tierra.
El derecho a la posesión veinteñal existe en la legislación argentina, pero los campesinos ocupantes de estas tierras no tienen los medios económicos necesarios para hacer valer este derecho y conseguir los títulos de propiedad.
La Mesa de Enlace que se reúne con el gobierno seguramente no tiene en cuenta estos asuntos. Numerosos empresarios agrarios, utilizan el glifosato para las fumigaciones. Se trata de un veneno plaguicida utilizado para las plantaciones de soja transgénica.
Maira Castillo vive en Quimilí, pleno monte santiagueño, y tuvo su primera intoxicación aguda a los 4 años. En el hospital local le diagnosticaron envenenamiento con agrotóxicos y la derivaron de urgencia al Garrahan, en Buenos Aires.
La vivienda familiar está rodeada de campos con soja, rociados periódicamente con glifosato. El químico le afectó la vista, la piel y el sistema respiratorio. Y no es el único caso.
Recuerdo que no hace mucho tuve la oportunidad de dialogar con un importante ruralista, quien ante esta información me planteó que “la gente debería correrse del lugar cuando arrojan el glifosato”. ¡Vaya respuesta la suya!.
Una realidad quizá desconocida para muchos, pero que sucede en el mismo país y en el mismo sistema económico que tiene a la soja como un “milagro divino”…
nabucodonosor- Co-Administrador
- Reputación : 25
Bienvenido al campo, Ministro Randazzo
Menos mal que estaban en contra de la oligarquía sojera....!
Y por suerte trabajan para el bien de todos los argentinos... ja...! ja...! ja...!, auque es para llorar...!
Vamos Florencio todavía!!!!
ESTAS COMPRANDO COMO LOS HERMANOS ROSSI
EN LA PROVINCIA DE SANTA FE
EN HORA BUENA, TENEMOS OTRO NUEVO INTEGRANTE EN LA FAMILIA AGROPECUARIA.
SI, SI, SIIIIIIII .......
EL MINISTRO RANDAZZO ACABA DE COMPRAR EN VEDIA
(Pcia de BsAs)
LA ESTANCIA ¨LAS ACACIAS¨ DE 1.470 HECTÁREAS Y, PARA QUE SEA BUENO EL NEGOCIO COMPRO LA SOCIEDAD ANÓNIMA DUEÑA DEL BIEN QUE SE LLAMA: ADM. PIGUE S.A.
AHORA VAMOS A PODER DISFRUTAR TODOS DE SU PRESENCIA
EN LOS PIQUETES DE RUTA POR LAS RETENCIONES, LAS CARNES Y LOS GRANOS EN GENERAL. DEBEMOS HACER CONOCER AL PAÍS ENTERO DE ESTA BUENA NUEVA NOTICIA.
LOS SALUDOS Y HAGAN CIRCULAR LA NOTICIA.
HA ME OLVIDABA DE ALGO,
SE PAGÓ EL 50% EN NEGRO
!!!!! los de Vedia lo sabemos muy bien ministro pero claro usted piensa que nadie se iba a enterar???
no se olvide que en los pueblos se sabe TODA LA VERDAD!!!!
Y por suerte trabajan para el bien de todos los argentinos... ja...! ja...! ja...!, auque es para llorar...!
Vamos Florencio todavía!!!!
ESTAS COMPRANDO COMO LOS HERMANOS ROSSI
EN LA PROVINCIA DE SANTA FE
EN HORA BUENA, TENEMOS OTRO NUEVO INTEGRANTE EN LA FAMILIA AGROPECUARIA.
SI, SI, SIIIIIIII .......
EL MINISTRO RANDAZZO ACABA DE COMPRAR EN VEDIA
(Pcia de BsAs)
LA ESTANCIA ¨LAS ACACIAS¨ DE 1.470 HECTÁREAS Y, PARA QUE SEA BUENO EL NEGOCIO COMPRO LA SOCIEDAD ANÓNIMA DUEÑA DEL BIEN QUE SE LLAMA: ADM. PIGUE S.A.
AHORA VAMOS A PODER DISFRUTAR TODOS DE SU PRESENCIA
EN LOS PIQUETES DE RUTA POR LAS RETENCIONES, LAS CARNES Y LOS GRANOS EN GENERAL. DEBEMOS HACER CONOCER AL PAÍS ENTERO DE ESTA BUENA NUEVA NOTICIA.
LOS SALUDOS Y HAGAN CIRCULAR LA NOTICIA.
HA ME OLVIDABA DE ALGO,
SE PAGÓ EL 50% EN NEGRO
!!!!! los de Vedia lo sabemos muy bien ministro pero claro usted piensa que nadie se iba a enterar???
no se olvide que en los pueblos se sabe TODA LA VERDAD!!!!
Urgao- Filoso
- Reputación : 6
Esto es la consecuencia de boom sojero
Tendria mucho para decir de esto,pero solo serian insulto a funcionarios corruptos y a empresarios sadicos,ambiciosos,que no les importa las consecuencias de su ambicion,señores funcionarios reaccionen por favor,lo que le pasa a esta señora con su hijita es una pequeña muestra de lo que ocurre con el uso de los agroquimicos.
nabucodonosor- Co-Administrador
- Reputación : 25
Santiago: más enfermos a causas de herbicidas
Médicos, profesores y funcionarios de Agricultura ratifican los dichos de los vecinos de poblaciones rodeadas de cultivos como la soja, donde a diario se hacen fumigaciones con herbicidas.
Empezó la temporada de fumigaciones en la provincia y en poblaciones rurales de los departamentos Moreno, Ibarra, Belgrano y otros donde abunda la soja, principalmente, los reclamos por el uso indebido de agroquímicos se multiplican rápidamente.
Antes fue en Bandera, departamento Belgrano, pero ayer las quejas provenían de la localidad de El Colorado, en el departamento Juan Felipe Ibarra, a 40 kilómetros al sur de Quimilí. Allí, vecinos, docentes, médicos y enfermeros reclaman medidas urgentes para terminar con una vieja problemática que –según afirmaron- tiene consecuencias nocivas en la salud de grandes y chicos.
El Dr. Germán Marcos es médico del puesto sanitario de El Colorado. En recientes declaraciones a la prensa reveló un dato preocupante tomado del contacto cotidiano con sus pacientes: gran parte de las patologías que atiende en este lugar tendrían relación directa con el contacto frecuente con los herbicidas que son rociados por aire y tierra sobre los cultivos que están a no más de 50 metros de las viviendas, cruzando las calles y rutas que delimitan el pueblo del manto de soja.
El profesional advirtió que “durante este período –desde noviembre- aumentan las consultas por reacciones alérgicas, bronqueolitis, trastornos gastrointestinales y síndromes diarreicos. Es una situación que se repite en los últimos años en niños y fundamentalmente en las personas mayores”. “Queremos que se respeten las normas de bioseguridad”, reclamó, en alusión directa al uso de los herbicidas.
Vecinos
Según Ramón González, poblador del paraje El Boyerito, a 50 km al sur de Quimilí, las aeronaves fumigadoras pasan por encima de su casa provocando serios problemas de salud para toda su familia, especialmente en sus hijos. “Los médicos nos dijeron que todo es por causa del uso de este veneno, no somos dueños ni de juntar agua cuando llueve, porque en las chapas está ese agroquímico que termina por enfermarnos a todos”, afirmó.
“Toda nuestra familia sufre de mareos, dolores de cabeza constantes, irritaciones en la piel, los chicos andan con vómitos, hasta las plantas se secan. Antes, nosotros éramos los primeros en cosechar sandía, zapallos, calabazas y las llevábamos a vender a Quimilí, pero ahora esto ya no se puede, porque la planta nace bien y al poco tiempo cuando pasa el avión o el mosquito (fumigadores terrestres) ya comienza a morirse, y no es justo, nosotros no estamos en contra de los productores ni mucho menos, pero queremos que se nos respete, no somos dueños ni de tener una planta de paraíso, mistol, ni nada, porque con la fumigación se mueren, especialmente por el uso del 2-4D”, precisó.
También docentes de la escuela de El Colorado afirmaron que en épocas de fumigación muchos alumnos sufren a causa de esto y que ya se realizaron varias denuncias en la seccional 29 de Quimilí. “Vinieron autoridades, pero debemos ser más constantes en esto, porque cuando hay viento norte, todo el pueblo se impregna de estos venenos, pero se sigue fumigando en cercanías de nuestras viviendas”, se quejaron.
fuente http://noticias-ambientales-argentina.blogspot.com/2010/12/santiago-mas-enfermos-causas-de.html
Empezó la temporada de fumigaciones en la provincia y en poblaciones rurales de los departamentos Moreno, Ibarra, Belgrano y otros donde abunda la soja, principalmente, los reclamos por el uso indebido de agroquímicos se multiplican rápidamente.
Antes fue en Bandera, departamento Belgrano, pero ayer las quejas provenían de la localidad de El Colorado, en el departamento Juan Felipe Ibarra, a 40 kilómetros al sur de Quimilí. Allí, vecinos, docentes, médicos y enfermeros reclaman medidas urgentes para terminar con una vieja problemática que –según afirmaron- tiene consecuencias nocivas en la salud de grandes y chicos.
El Dr. Germán Marcos es médico del puesto sanitario de El Colorado. En recientes declaraciones a la prensa reveló un dato preocupante tomado del contacto cotidiano con sus pacientes: gran parte de las patologías que atiende en este lugar tendrían relación directa con el contacto frecuente con los herbicidas que son rociados por aire y tierra sobre los cultivos que están a no más de 50 metros de las viviendas, cruzando las calles y rutas que delimitan el pueblo del manto de soja.
El profesional advirtió que “durante este período –desde noviembre- aumentan las consultas por reacciones alérgicas, bronqueolitis, trastornos gastrointestinales y síndromes diarreicos. Es una situación que se repite en los últimos años en niños y fundamentalmente en las personas mayores”. “Queremos que se respeten las normas de bioseguridad”, reclamó, en alusión directa al uso de los herbicidas.
Vecinos
Según Ramón González, poblador del paraje El Boyerito, a 50 km al sur de Quimilí, las aeronaves fumigadoras pasan por encima de su casa provocando serios problemas de salud para toda su familia, especialmente en sus hijos. “Los médicos nos dijeron que todo es por causa del uso de este veneno, no somos dueños ni de juntar agua cuando llueve, porque en las chapas está ese agroquímico que termina por enfermarnos a todos”, afirmó.
“Toda nuestra familia sufre de mareos, dolores de cabeza constantes, irritaciones en la piel, los chicos andan con vómitos, hasta las plantas se secan. Antes, nosotros éramos los primeros en cosechar sandía, zapallos, calabazas y las llevábamos a vender a Quimilí, pero ahora esto ya no se puede, porque la planta nace bien y al poco tiempo cuando pasa el avión o el mosquito (fumigadores terrestres) ya comienza a morirse, y no es justo, nosotros no estamos en contra de los productores ni mucho menos, pero queremos que se nos respete, no somos dueños ni de tener una planta de paraíso, mistol, ni nada, porque con la fumigación se mueren, especialmente por el uso del 2-4D”, precisó.
También docentes de la escuela de El Colorado afirmaron que en épocas de fumigación muchos alumnos sufren a causa de esto y que ya se realizaron varias denuncias en la seccional 29 de Quimilí. “Vinieron autoridades, pero debemos ser más constantes en esto, porque cuando hay viento norte, todo el pueblo se impregna de estos venenos, pero se sigue fumigando en cercanías de nuestras viviendas”, se quejaron.
fuente http://noticias-ambientales-argentina.blogspot.com/2010/12/santiago-mas-enfermos-causas-de.html
nabucodonosor- Co-Administrador
- Reputación : 25
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