Marchar el mismo dia del Cacerolazo?

LA DEMOCRACIA ARGENTINA

Acrecentado en el Tiempo y con muy pocas excepciones distinguidas, los “auto” titulados políticos argentinos han actuado no solo, durante la disputa por el acceso al Poder, sino cuando Disfrutaban del Gobierno o Especulaban desde la oposición, considerando a la Democracia como una CONCESIÓN IMPLÍCITA Y EXPRESA, un DERECHO TÁCITO que aunque no definido ni citado; en la Constitución Nacional; permite y autoriza a las Agrupaciones Políticas y solo a ellas, para que sin extremos legales restrictivos, realcen sin prejuicios ni limitaciones de clase alguna y en exclusivo beneficio, un HACER rico en ardides y subterfugios de cualquier naturaleza y calidad ética en pro de sus objetivos, sin reparar en medios ni circunstancias Institucionales o Constitucionales. Tal interpretación de la Democracia se aparta considerablemente del concepto filosófico que la define como digna doctrina política que favorece y asegura la participación del Pueblo en el Gobierno y el ejercicio pleno de su Soberanía mediante el sano y fiel cumplimiento y acatamiento de los derechos, garantías y atribuciones consagradas en el Instrumento Jurídico Madre que el propio Pueblo se ha dado.

La interesada y tergiversada interpretación dada por los políticos argentinos a la Democracia, les sirvió de pretexto jurídico para cometer toda suerte de atropellos y denuestos en la articulación de la acción de Gobierno y de los Partidos Políticos.

La libertina Modalidad Democrática impuesta en el País por corruptos y decadentes políticos, aceptada por los igualmente corruptos y decadentes Poderes Republicanos, NO SIRVIÓ NI PROVEYÓ a los intereses del Estado ni del Pueblo NI CONFORMÓ el espíritu de la Constitución Nacional a la que sí AGREDIÓ.

La Verdadera Democracia, que ennoblece a los Pueblos que a ella sujetan su Soberanía, ha sido convertida por el desenfreno de los que de ella abusaron, en una mera EXPRESIÓN CAPRICHOSA Y AMBIGUA que alejada de su humanística concepción, vició los objetivos que propone y propicia El Hacer Libertino, definido y tenido como Democrático por las libertarias huestes políticas y los corrompidos gobernantes, tal como se manifestó en la Nación, se aferra a especulaciones personales y/o de sector; rechaza con insolente suficiencia las restricciones que ajustadas a derecho limitan y coartan los caminos inmorales; favorece, estimula y ampara el avance y desarrollo de filosofías y sectas violatorias de los sentimientos argentinos; corrompe la subordinación y respeto debidos a la Soberanía del Pueblo y troca la debida obediencia institucional en humillante sumisión a las ordenes de intereses apátridas y a las exigencias de los Amos foráneos.

EL DEMOCRÁTICO SUFRAGIO

En toda época, los políticos argentinos pretendieron convencernos, de que nuestras responsabilidades y Derecho Cívicos nacían y respiraban en el Sufragio. Se esforzaban en persuadirnos de que el ejercicio de la Funciones de Gobierno estaban reservadas únicamente para los “Profesionales del Comité de la Partidocracia”. Nos instaron a creer que la ciudadanía debía contentarse con aguardar las ocasiones comiciales para recién entonces emitir opinión positiva o negativa sobre la gestión de los elegidos en la anterior.

Pero, como consecuencia de una tendenciosa y antidemocrática Ley Electoral que autoriza y OBLIGA a sufragar a quienes no tienen la menor idea de su responsabilidad y derechos; a quienes no saben ni leer ni escribir; a quienes la Patria y Sociedad nada les importa; a los que no comprenden o pueden comprender el significado o proyección de su voto, en cada ocasión Comicial se afirmaron más y más las fuerzas de la VILEZA POLÍTICA que llegaron a desalojar de las filas de los aspirantes a cargos electivos a los pocos que podrían ofrecer alguna garantía y esperanza de alivio a las tribulaciones de la República.

En cada elección hubimos de resignar nuestra Fe, ante el aluvión de aquellos designados por los Amos Ocultos, para incorporarse al Gobierno de la Nación. En cada ocasión contemplamos azorados y aceptamos descorazonados la Farsa Democrática devenida de Comicios Contratados, Partideterminados y Computados por Aparatos Político-Financieros expresamente montados. De cada elección surgieron de la Nada digitados integrantes de los Poderes Republicanos y Funcionarios estatales, cada vez más incapaces, perversos y antinacionales.

Después de cada elección fulguraron en las candilejas de la República nuevos tartufos que integraron el coro bufonero y volátil que en sultánico séquito acompañó al democrático omnipotente Patrón de la Patria, designado por y al Servicio de específicos intereses internacionales.

En cada ocasión, la democrática delincuencia política signó los sucesores que en la respectiva futuraria oportunidad habrían de reemplazar a los gobernantes cuyas traiciones, depredaciones, y extravíos pactaron ocultar y/o amparar.

Cada elección demostró cuan Vano e Ingenuo resulto creer que la República, ya que en trance de perdición, encontraría su cauce moral y constructivo por el camino de las urnas, sin proveer previamente a la quirúrgica extirpación de la carroña pestífera que putrefactó los ámbitos de la Patria.

[b]

LOS GOBIERNOS CONSTITUCIONALES

Se repitió hasta la saciedad y fue afirmado por todas las voces políticas, institucionales, de la industria, el comercio, la producción, el trabajo y aún de otros sectores, que el Orden Constitucional, con plena vigencia del Estado de Derecho y el ejercicio democrático de los derechos y responsabilidades consagrados en la Constitución Nacional, era la excelsa garantía que permitiría a la Nación proyectarse hacia un futuro iluminado que dejaría en el pasado sinsabores de extremo amargor, apartando los desvíos y eliminando los elementos nocivos y corruptos.

Se reiteró hasta el cansancio que RECIÉN ENTONCES gozaríamos de la Libertad que nos había sido negada por los “Gobiernos de Facto” y que esa Libertad era precisamente la esencia de la corrección imprescindible para proveer al postergado despegue de la República hacia su Gran Destino.

Pero, las circunstancias y sendas transitadas por los Gobiernos Constitucionales de la República, nunca correspondieron a los dichos tantas veces reiterados, ni estos Gobiernos honraron JAMAS la libertad consagrada en la Constitución Nacional. Por el contrario, lo tornaron INVARIABLEMENTE, en tendencioso y escandaloso Libertinaje con el fin de obtener resultados políticos sectoriales que hubiesen sido imposibles de alcanzar de respetarse las disposiciones Constitucionales. NUNCA se implementó realmente el tan declamado y reclamado Estado de Derecho.

Bajo la Conducción de los Gobiernos Constitucionales, el Estado de Derecho fue siempre conculcado a voluntad, no sólo por el Primer Magistrado, sino por la Elite Cortesanal encaramada en el Poder y tras ese Ficticio Escudo Jurídico se agazaparon las Pifias impuestas a la Patria. El Estado de Derecho fue el escondite y guarida de la embozada Cultura Libertina y Atea que infiltró en el Alma de la República la predisposición y aceptación irrestricta del goce sensorial ajeno al Ser Nacional Argentino. Las virtudes innegables del Estado de Derecho fueron desalojadas por las realidades de una infame corruptela general.

Durante la vigencia del Estado de Derecho administrado por los Gobiernos Constitucionales, el Pueblo y la Democracia fueron engañados reiteradamente, dictándose Leyes, Disposiciones Legales y Ordenanzas Municipales ajenas y hasta contrarias a las previstas en las jamás cumplidas Plataformas Electorales.

El Pueblo fue indiferente espectador de la continua violación de la Constitución Nacional. Se acostumbró a la falacia de los Comunicados Oficiales instrumentados para justificar ineptitudes y desvaríos y así disimular los fracasos. Se burló de las diarias conferencias de prensa tergiversantes y tendenciosas. Festejó los devaneos hilarantes de envanecidos Gobernantes y aplaudió irónicamente las incursiones artísticas de Autoridades y Funcionarios del Estado que ofendieron la Dignidad de su investidura.

En vigencia del Estado de Derecho se negó a la ciudadanía la posibilidad de inquirir y/o protestar por el incumplimiento de promesas acumuladas. Se negó al Pueblo el acceso a la información objetiva y veraz. Se difundieron comentarios, opiniones, encuestas, literatura e imágenes según el particular interés de los amos sinárquicos. Se distorsionó la VERDAD para encubrir atrofias lelas mentales y mendaces, desvíos sexuales, conducta amoral y los crímenes comunes protagonizados por Autoridades y Funcionarios Públicos.

En pleno Estado de Derecho, el Poder Legislativo y el Judicial de la Nación actuaron según expresas instrucciones recibidas del Ejecutivo con el consiguiente deterioro del Sistema Republicano. El Poder Ejecutivo resolvió sobre cuestiones privativas del Legislativo sin ser observado por ésta ni por el Judicial. El Poder Legislativo resignó atribuciones Constitucionales y dejó de ejercer obligaciones específicas consintiendo en ser sustituido por el Ejecutivo.

En el Estado de Derecho se anularon y modificaron Leyes por Decretos cuando las mismas se oponían a los objetivos mentalizados por el Poder. Se declararon Inconstitucionalmente Leyes Tradicionales que integraron nuestros Códigos desde el inicio de la Norma Jurídica Argentina, agravándose a conciencia la sapiencia de la Justicia que las afirmó y avaló ininterrumpidamente desde la puesta en vigor de la Constitución Nacional de 1853. Se tuvieron por Constitucionales, leyes distadas para satisfacer ansiedades políticas, pero que contrariaban la letra y el espíritu de la Constitución Nacional.

En el Estado de Derecho se permitió la repetida violación de la Base Cristiana de la Constitución Nacional, negándose la administración de la Razón y Justicia según la LEY de DIOS, tal como taxativamente lo manda el Preámbulo de aquella en su Invocación, buscándose sustituir el espíritu que alentó a los Congresales de 1853 por un Pluralismo religioso tendencioso que se planificó para entregar el corazón de la Patria a representantes directos de intereses anticristianos.

El Estado de Derecho fue el Pretexto invocado para legislar en pro de la impía de las Fuerzas Armadas Argentinas, proveyendo a su desprestigio y anulación, cercenando su necesaria participación en los asuntos de Gobierno respecto de su específica competencia. En el Estado de Derecho se omitieron y desecharon expresas disposiciones del Artículo Dieciocho (18) de la Constitución Nacional; se modificaron ilegítimamente Códigos y Leyes de la Nación, estableciéndose Competencias y Jurisdicciones de Enjuiciamiento con posterioridad a los Hechos que el Gobierno resolvió juzgar, con el fin premeditado de Imponer la Confirmación Jurídica de las Culpabilidades ilegítimamente predeterminadas por el Poder Ejecutivo.

En el Estado de Derecho se resolvió la absurda e insólita sujeción de la Justicia Militar a la Penal Ordinaria, convirtiéndola en una mera y pasiva instancia sin proyección ni resolución positiva alguna, pero con el fin de demostrar la Subordinación del Poder Militar al Civil. En el Estado de Derecho se juzgó civilmente aspectos de Conducción, Comportamiento y Competencia Militar en acciones de guerra y se negó potestad a los Jueces Militares pretendiéndose no reconocerlos como Jueces Naturales capacitados para entender en el juzgamiento de Hechos acaecidos en Jurisdicción exclusivamente militar.

El Estado de Derecho permitió legislar respecto un inconsulto, importuno e histriónico traslado de la Capital Federal, con el fin de satisfacer apetencias espejantes, asignándose y distribuyéndose Fondos y Bienes convertidos en Cenizas, cuando SIN EXPLICACIÓNES, calladamente, hiriendo a la Democracia, se dejó de lado la ya iniciada labor del faraónico traslado. Se jugó con la credulidad del Pueblo; con el Tesoro Nacional y se burló de las Leyes dadas. Hoy, el quimérico nuevo asentamiento de la Capital Federal yace en ruinas ante el fragante silencio de los administradores del Estado de Derecho y el llanto del Erario Nacional, que ignora a que bolsillos fueron a parar los dineros que entonces le fueron sustraídos.

El Estado de Derecho resultó impotente para contener y corregir las exigencias de los guerrilleros sediciosos que amparados por los Gobernantes democráticos y por Traición de la Jerarquía Militar entonces en el Gobierno, se encaramaron en el Control del Estado, llevando a la Dirigencia de la República, las banderas y las armas de la guerrilla.

El Estado de Derecho permitió desnaturalizar la Administración de Justicia al sustituirse la argumentación jurídica y jurisprudencial, por el interés político circunstancial del Gobierno. De tal manera el Estado de Derecho vehiculizó el reemplazo de los intereses de la Sociedad argentina por la avidez de los saqueadores del país al negarse la aplicación de las disposiciones constitucionales respecto los derechos del Estado y de las personas.

En el Estado de Derecho se evidenció la desigualdad ante la Ley y el otorgamiento de diferenciaciones prebendarias y salariales; la distribución de dádivas y subsidios inconducentes; reintegros inmorales e ilegítimos; préstamos fraudulentos y anulación de prestaciones y deudas contraídas por amigos, conveniencias políticas, o por cualquier otro ente arribista con el Estado.

El Estado de Derecho permitió la falsificación oficial de Planillas y Recibos de sueldos, Balances del Erario y hasta de Moneda y Valores. Toleró la contabilización dolosa de operaciones del Estado y contrataciones marginales opuestas a la Ley.

El Estado de Derecho facilitó ilimitados fondos para costear innecesarios y múltiples viajes al Exterior de Autoridades y Funcionarios del Estado sin que jamás nadie rindiera cuentas ni se informara sobre los resultados obtenidos. Hoy sabemos que todos esos viajes fueron en vano y sólo permitieron que el extranjero comprobara la nula calidad de los gobernantes proveídos por la Democracia Argentina.

El Estado de Derecho coartó las Facultades de las Fuerzas de Seguridad limitando su accionar y sostén logístico, provocando una peligrosa disminución de su Capacidad para Prevenir y Reprimir el Crimen, proveyendo a la Protección directa e indirecta del Hampa y al desborde y auge de la delincuencia profesional, de la juvenil, de la circunstancial y la patotera vandálica hasta límites de insostenible tolerancia e imposibilidad de razonable y necesario contralor. Con consecuencias se desarrolló en algunos sectores de esas Fuerzas, una desgraciada corruptela que se manifestó en notorios episodios.

El Estado de Derecho legitimó anticonstitucionalmente la Desarticulación Logística y Operativa de las Fuerzas Armadas de la Nación originando la Indefensión Militar de la Patria y aprobó el vaciamiento atómico de la República.

En el Estado de Derecho se legisló contra la participación de las Fuerzas Armadas en agresiones al País cometidas desde su Interior, considerándose que a la Bandera hay que seguirla y defenderla solamente en casos de ataque Exterior y que los agravios a la Constitución Nacional, su conculcación y vejación; las acciones guerrilleras sediciosas contra el Haber del País; los avances contra la Soberanía Nacional; el reinado de la corrupción que atenta contra la continuidad de la Nacionalidad y los desmembramientos ilegítimos que sufre el territorio argentino, no son materia que las Instituciones Militares deben incluir en sus previsiones pese a que las Autoridades Militares deben jurar respetar y hacer respetar la Constitución Nacional.

El Estado de Derecho autorizó la Imposición, Distribución, Importación y pública Exhibición de material pornográfico y vituperables. Permitió convertir los establecimientos educacionales en Receptoría y Refugio de expresiones aberrantes y asiento de actividades políticas inficionantes. Permitió amparar jurídicamente a la Indignidad degradante y consintió la acción pública de sectas pseudoreligiosas que pululando por las calles de la República destilaron sibilino veneno tratando de apagar el ígnito soplo del único y verdadero cristianismo.

El Estado de Derecho amparó la falsificación de Indices, Estadísticas, Encuestas e Informes con el fin de mostrar un Estado de Cosas apartadas de la Realidad disimulando las falencias de los Conductores de la Nación. Proveyó a la desaparición de Fichas del Registro Nacional de las Personas, desarticulando los Padrones Electorales para obtener resultados digitados.

El Estado de Derecho, la Fiscalía General de Investigaciones Administrativas discriminó respecto sus dictámenes desechando, POR SÍ o a instigación del Poder Ejecutivo, las imputaciones a miembros de los respectivos Gobiernos. Amparó la conducta de Autoridades y Funcionarios del Estado y el Fraude cometido por personeros del Sistema Bancario Oficial y de la Banca Privada, cuyos excesos y desbordes financieros, sus operaciones dolosas y actividad antiargentina fueron consentidas sin gratuidad.

El Estado de Derecho facultó al Presidente de la Nación a integrar los niveles de conducción del Estado a directos representantes de intereses foráneos; a personeros de la Sinarquía; a guerrilleros; a individuos anticristianos y a acabados pervertidos y tarados sexuales.

El Estado de Derecho permitió corromper, más de los que CASI SIEMPRE estuvo, al Movimiento Sindical que, al Servicio exclusivo de sus Dirigentes, NUNCA se preocupó Real y Genuinamente del sufrido Movimiento Obrero de la República, que hubo de soportar, además de la inconducta laboral del Gobierno, el Pendular, Nocivo y Vicioso Juego Interno, de las facciones que se disputaron el Poder Sindical.

LA CONSTITUCIÓN NACIONAL

Frente a la Conducta Desquiciante, Dolosa y demencial que caracterizó a los últimos Gobiernos Constitucionales en el Ejercicio del Estado de Derecho, insistente e imperiosamente reclamado durante los “Gobiernos de Facto”, declamado con fastuosidad por vociferantes e inoperantes políticos y NO RESPETADO jamás por los Gobernantes ni por los Gobernados, debemos preguntarnos y responder con sinceridad: ¿Que Fuerza Positiva tienen en la REALIDAD, fuera de los Papeles, los Poderes Republicanos devenidos de la Constitución Nacional de 1853 para oponerse, Corregir, Enjuiciar y Castigar las actitudes inmorales y desprejuiciantes, viciosas y despeluznantes de los que impunemente y a conciencia desde un Gobierno Democrático elegido por el pueblo, asolan y corrompen la República?.

De petulante y tendenciosa hipocresía resulta loar las bondades del ejercicio democrático de los Derechos Constitucionales, cuando en la práctica cívica los mismos son violentados a voluntad en cualquier sentido y en cualquier extensión, originando un desincrustable y pernicioso libertinaje amparado de hecho y jurídicamente por desviaciones y conveniencias ilícitas y aberrantes proyectadas desde Poderes Ejecutivos omnímodos, soberbios, mendaces y miasmáticos; consentidos por Poderes Legislativos gemiflexos, vendepatrias e ineficaces y tutelados y afirmados por Poderes Judiciales hincados, venales e inficionados.

La Constitución Nacional de 1853 ha demostrado, suficientemente, carecer de Fuerza Jurídica para frenar la falacia, la deshonestidad, la inmoralidad e ineptitud de los Gobernantes llegados al Poder por el Voto Irresponsable de Electores analfabetos y/o ignorantes y/o desprejuiciados y/o aviesamente interesados y/o mal intencionados y/o mal informados y/o prostituidos y/o desconocedores de la personalidad de los candidatos y/o carentes de memoria y cultura cívica.

La Constitución Nacional de 1853 nació de hombres Probos, idealistas y patriotas que jamás pudieron imaginar ni previeron que sus Disposiciones serían administradas por el Hampa, el Vicio y Apátridas. Fue hecha y promulgada para regir una Nación de seres dignos, amantes de Dios, la Patria y la Familia. Fue pensada y articulada para que los Gobiernos recogieran la Confiabilidad Histórica depositada en ellos por el glorioso pasado de la República y se abstuvieron de establecer y definir las calidades especificas que deben caracterizar a los Gobernantes y a sus Electores por considerarse entonces que ellas eran condiciones sobreentendidas. Fue estructurada por hombres sanos y civilizados; no fue concebida para huestes y marañas de envilecidos; ni para enjambres lujuriosos; ni para amparar Gobiernos Descastados de Homosexuales y Narcotraficantes ni para beneficio de decadentes Partidos Políticos que como las Agrupaciones Sindicales sólo se dedicaron a satisfacer las apetencias de sus dirigentes, farsantes y parásitos. La Norma Jurídica contempla y analiza el ámbito y Todo lo que en él está incluido. La Constitución Nacional de 1853 no incorporó preceptos respecto un ámbito futuro inimaginable que en aquel entonces no podía intuirse ni creerse.

Afirmamos que la Constitución Nacional de 1853 es Jurídicamente INSUFICIENTE: Porque no indica los caminos a seguir cuando los Poderes Republicanos constitutivos del gobierno de la Nación Omiten, Eluden, Niegan o Desechan, Expresamente, adoptar las medidas legales previstas en ella para corregir y enjuiciar los desórdenes de conducta y/o crímenes comunes en que podían incurrir las Autoridades del Estado: porque siempre resultó fácil adecuar la interpretación de las normas constitucionales al logro de fines espurios, porque siempre resultó también fácil violentar, sin consecuencias represivas, las máximas acusaciones jurídicas; porque siempre resultó fácil precipitarse por los caminos inmorales sin que los poderes democráticos, sujetos al juego partidario de sus propios intereses y conveniencias políticas, proveyeran al cumplimiento de las responsabilidades juramentadas increando las acciones tendientes a la erradicación de la Degradación Nacional; porque siempre resultó fácil que acudieran al poder de la Patria, conductores y figuras indignas; porque siempre fue fácil que los Jerarcas de los Partidos políticos y NO los Representantes del Pueblo fueran los que impusieran a través del Congreso Nacional leyes de la Nación tendientes para favorecer NO al País o al Pueblo sino a sus propios deseos, ambiciones o necesidades de cualquier orden.

Si la Constitución Nacional de 1853 es jurídicamente insuficiente mal que pese a sus contumaces defensores que siempre se opusieron, por razones que he puesto bien en evidencia, a la promoción de su revisión para alcanzar una Norma Constitucional que satisfaga y evalúe la experiencia vivida; que contemple la evolución del Hombre y su Obra; que afirme los Valores de la Argentinidad; que intercepte y sanee sin ambigüedades los desvaríos y fallas dolosas de sus administradores y que impida investir como Autoridades de la Nación y como Representantes del Pueblo a corruptos, apátridas e ineptos.

Los únicos intentos en pro de modificaciones constitucionales, como por ejemplo la última remodelación de 1994, tuvieron la finalidad de agilitar la acción viciosa proyectada desde los Partidos Políticos y posibilitar el acceso al Poder de la Nación de Fuerzas Anticonstitucionales y Anticristianas.

Y si la Constitución Nacional de 1853 es jurídicamente insuficiente y ambiguamente interpretativa, en ella radica, lamentablemente, el origen jurídico cierto de la angustias Argentinas. Reiteramos una vez más que, no obstante su innegable sapiencia y generosa proyección, la Constitución Nacional de 1853 NO TIENE POTESTAD ni Establece Pautas Constitucionales para irradiar la luz que ilumine la Patria cuando es obscurecida por la malversación que de sus valores materiales e inmateriales procuraron las Fuerzas Antipatrias y la corrupción estimulada y dirigida por interés ajenos a los de la República.

CACEROLAZO = DERECHO DE LOS PUEBLOS

No quedan Dudas sobre la irresponsabilidad de los Gobiernos Constitucionales que amparados en las deficiencias jurídicas de la Constitución Nacional, han omitido, eludido, negado o desechado, expresamente, dar curso a la aplicación de las Normas previstas para erradicar y corregir los desórdenes de conducta y/o los crímenes comunes cometidos por Autoridades, Jerarquías y Funcionarios del Estado. Tampoco quedarán Dudas SOBRE LA INMINENTE INSURRECCIÓN DEL PUEBLO, que en la toma de conciencia cívica, levantará no sólo su Voz en lógicas, legítimas y airadas reacciones de protesta, sino que COMBATIRÁ PARA ERRADICAR DE POR SIEMPRE, LA MAQUIAVÉLICA, CÍNICA, INEPTA, CORROMPIDA Y PÚTRIDA AUTORIDAD A LA QUE HA ESTADO SUMISO, Y A QUIEN PÚBLICAMENTE NO RECONOCERÁ POR LEGÍTIMA.

En razón de la PERVERSIÓN DEL SISTEMA REPUBLICANO IMPERANTE EN LA NACIÓN, prevemos que será INEVITABLE el desencadenamiento de una crisis terminal tal como la actualmente vivida, dada la evidencia suministrada por la Acción de Fallas Humanas degradantes y la Impotencia de la Constitución Nacional para poner freno a su presencia y Obrar. En consecuencia, sabemos que CUANDO EL CAOS COMIENCE A MANIFESTARSE Y LOS PODERES REPUBLICANOS SEAN INCAPACES DE REACCIONAR LEAL Y POSITIVAMENTE, habrá llegado el momento de proceder, DRÁSTICAMENTE, a desbaratar de una vez para siempre las perversas intenciones de los intereses antinacionales dando fin a la alterna y siniestra sucesión de Gobiernos Constitucionales y “De Facto” articulando revolucionariamente EL DERECHO DE LOS PUEBLOS.

EL DERECHO REVOLUCIONARIO DE LOS PUEBLOS NOS DICE QUE ÉSTOS TIENEN EL DERECHO NATURAL DE PROVEER POR CUALQUIER MEDIO ESPECÍFICO A LA REPARACIÓN DEL VICIO VIOLATORIO DE LAS LEYES QUE ELLOS MISMOS SE HAN DADO CUANDO DE ELLO SURGEN ACTOS ATENTATORIOS CONTRA LA CONTINUIDAD DEL ESTADO Y/O LA NACIONALIDAD QUE NO PUDIERAN CORREGIRSE POR LAS INHERENTES DISPOSICIONES LEGALES PREVISTAS, POR ABUSO DEL PODER, CONCULCACIÓN DE LOS DERECHOS Y GARANTÍAS Y AVASALLAMIENTO DE LA JUSTICIA.

CHE EN ESTE FORO ESTAN TODOS LOCOS, QUE PASA, ACASO SE OLVIDAN QUE LA CORRUPTELA DE LOS MILITARES ASESINOS NOS LLEVO A 50000 MILLONES DE DOLARES DE DEUDA EXTERNA??? DEJEN DE JODER, SON UNA MANGA DE GOLPISTAS DE MIERDA

lauchita escribió:CHE EN ESTE FORO ESTAN TODOS LOCOS, QUE PASA, ACASO SE OLVIDAN QUE LA CORRUPTELA DE LOS MILITARES ASESINOS NOS LLEVO A 50000 MILLONES DE DOLARES DE DEUDA EXTERNA??? DEJEN DE JODER, SON UNA MANGA DE GOLPISTAS DE MIERDA

callate y segui, jejejejejejee

ME TENES PODRIDO, SOS EL UNICO QUE GANA PLATA POR JODER EN TODOS LOS FOROS Y TE LA PASAS ACUSANDO A TODOS, DEDICATE A ROBARLE A TU HERMANA Y DEJATE DE JODER MOGOLIQUITO,